La frase del título de hoy, no hay mal que por bien no venga, es un refrán muy conocido que a veces nos sirve como consuelo. Quiere decir que de las cosas malas que nos pasan siempre podemos sacar algo positivo. Tiene un orden de palabras y un lenguaje un poco raro, pero es que eso pasa con muchos refranes, por la musicalidad de la frase y porque son muy antiguos. En una lengua más normal diríamos "no hay mal que no venga bien" o "no hay mal que no nos traiga algo bueno".
Un ejemplo de cómo lo usamos: imagina que estás enfermo un tiempo y adelgazas unos kilos porque no tienes ganas de comer. Como antes de la enfermedad te sobraban algunos kilos, puedes usar este refrán para decir que, aunque te llegó el mal de la enfermedad, sacaste algo bueno de él.
En un bar he encontrado este refrán un poco cambiado, con un juego de palabras que aprovecha el parecido entre mal y bar:
Noja (Cantabria) |
O sea, que todos los bares vienen bien, que siempre viene bien que haya un bar en cualquier sitio. Y no le falta razón: es muy cómodo, sobre todo cuando viajas, que haya bares. Otra cosa es cuando hay muchos al lado de tu casa, sobre todo si son bares de copas con terraza, pero esto ya es otra historia...
Pero volviendo al refrán original, no hay mal que por bien no venga, la verdad es que no estoy nada de acuerdo con él, porque sí hay muchos males que no nos traen ningún bien. Muchísimos. Por ejemplo, la crisis climática que estamos viviendo, consecuencia de muchas décadas de maltrato y abuso de nuestro medio natural. ¿Va a traer algo bueno? Evidentemente no.
Me gusta una serie de anuncios sobre este tema que he visto últimamente por las calles de Madrid:
Calle Lope de Haro |
Con el famoso cuadro El caballero con la mano en el pecho, del pintor español de origen griego conocido como El Greco (1541-1614), al que le han añadido una lágrima de sangre que baja por su cara, nos recuerdan que la muerte del planeta (¡recuerda que es una palabra masculina!) será también la muerte de la cultura, que tantas obras artísticas que adoramos no tendrán ningún sentido.
Y a la imagen del cuadro sigue esta otra en la que las abejas, de diferentes tamaños, forman la figura de una calavera ('conjunto de huesos de la cabeza, unidos'):
Calle Lope de Haro |
La elección de las abejas en lugar de otro animal o insecto no es casual: ya hace años que la población de abejas va descendiendo. Ellas son las mayores responsables de la polinización, o sea, del proceso que conduce a la producción de semillas y frutos gracias al polen (polvo que se genera en las flores) que transportan.
Un último anuncio de esta campaña intenta golpear nuestra conciencia:
Calle Lope de Haro |
Efectivamente, ya no estamos viviendo un cambio climático sino una crisis climática (¡recuerda que esta palabra es femenina!). El anuncio nos recuerda nuestra responsabilidad con las futuras generaciones. ¿Cómo podremos justificar delante de nuestros hijos que no hicimos nada cuando podíamos hacerlo?
¿Y tú, que haces contra la crisis climática? ¿Piensas que podemos hacer algo para salvar el planeta?
Planeta muerto, crisis climática... Hay males que no vienen nada bien. ¡Hasta pronto!
Hola Marisa,
ResponderEliminarme encantan estos carteles que hacen referencia a la crisis climática, pero temo, que con tanta crisis económica y esta guerra tan innecesaria la crisis climática haya perdido mucha importancia en nuestro mundo. Con horror veo la decisión de la UE respecto a la energía nuclear. Para mí, este camino va hacía la dirección equivocada.
un abrazo preocupado
Edith
A mí también me parece una vergüenza absoluta la decisión de la UE y España votó en contra. Saludos
EliminarAustria también, menos mal - si no lo hubieran hecho, me habría avergonzado de mi país
EliminarDe lo bueno puede surgir lo malo y de lo malo puede surgir lo bueno. Por lo tanto "No hay mal que por bien no venga" y su contrario "No hay bien que por mal no venga" me parecen verdaderos ambos.
ResponderEliminarEs cierto, pero la verdad es que para mi vida prefiero que solo vengan cosas buenas. Gracias por tu comentario
Eliminar