Hoy vamos a pasear por algunos usos especiales de las palabras que llamamos posesivos, esas dos series de palabras de las que te hablé en la entrada No puedo ser la mujer de tu vida.
Empezamos por este bazar:
Calle Teruel |
Habitualmente, usamos las formas largas (y con acento), como mía, tuyo, suyos, etc., combinadas con otros determinantes (una amiga mía, otro libro suyo, aquellos tíos míos). En el nombre de esta tienda, sin embargo, solo vemos un nombre y después el posesivo largo y acentuado.
Usamos esta construcción en algunas exclamaciones propias de la lengua informal, como ¡Ay, madre mía! o ¡Dios mío!, pero también cuando nos dirigimos a alguien. Por ejemplo:
(Un hombre anciano a su hijo)
Ven un momento, hijo mío, ayúdame, que no puedo levantarme.
(Una madre a su hijo de cuatro años)
¿Qué te pasa, cariño mío, por qué pones esa carita?
Podemos entender, entonces, que el nombre de esta tienda es una llamada a nuestra casa. De hecho, he encontrado un ejemplo en una novela del escritor chileno José Luis Rosasco, La niña azul, donde queda claro este uso:
Miré a mi casa y le grité:
- ¡Casa mía, casita mía, eres mi faro en la tormenta, gracias, mil gracias, casita mía, por estar ahí esperándome!
Claro que eso de ir hablando con nuestra propia casa no es muy habitual, ¿no?
En otro establecimiento de Madrid encontramos algo diferente, también con un posesivo:
Plaza de la Marina Española |
Algo que caracteriza al español frente a otras lenguas que vienen del latín es, precisamente, que no solemos usar ningún determinante (el / la / los / las, un / una / unos / unas, otro / otra / otros / otras, este / esta / estos / estas, etc.) delante del posesivo corto (el posesivo sin acento).
Pero aquí lo tenemos: un artículo delante de la forma corta mi. Esta construcción era muy frecuente en el español medieval y hoy se mantiene en algunas zonas, sobre todo rurales, como algo dialectal. El restaurante se abrió en 1962 y está situado en una zona antigua de Madrid, cerca del Palacio Real; quizá por eso han querido darle un aire antiguo con ese nombre. En su página web se puede leer que lo fundó un hombre que emigró a Madrid desde un pueblecito de Zamora (Castilla-León), y a lo mejor también en su pueblo se usaba por esa época esta construcción.
No es, en conclusión, algo que te aconseje usar. Pero te cuento todo esto por si te encuentras algún día con esta construcción en algún sitio.
Mucho más frecuente es el uso que encontramos al final de este anuncio:
Metro de Madrid |
Es un anuncio del Canal de Isabel II, la empresa que gestiona el agua en Madrid, que nos aconseja ahorrar agua en casa porque ha llovido poco. El anuncio es de hace unos meses, pero valdría igualmente para estos momentos, en los que tenemos una sequía ('falta de lluvia durante mucho tiempo') preocupante.
La expresión ser muy suyo/a/os/as (o, menos frecuentemente, con las formas de las otras personas: mío/mía, nuestro/nuestra, etc., porque es una expresión que generalmente usamos para hablar de terceras personas) significa, según el contexto, 'ser especial, raro, egoísta o independiente'. Aquí se aplica a la lluvia (aunque usarlo para hablar de cosas y no de personas es poco habitual) para decir que la lluvia es caprichosa, que llueve cuando quiere y no cuando lo necesitamos.
Un par de ejemplos:
El diseñador [Lorenzo Caprile] vive en un hotel, y por supuesto que tiene un servicio de lavandería a disposición, pero él es muy suyo para sus cosas, y algunas prendas prefiere lavarlas él mismo: “Solo mi ropa interior, mis calcetines y mis calzoncillitos” (www.rtve.es)
No tomes el tema amoroso como un pasatiempo más, como ir a un concierto por ejemplo, porque el corazón es muy suyo y lo que tú crees que va a ser un rato de diversión puede ser un mal rato en el futuro, según vayan las cosas. Sal y distráete, diviértete, pero ten cuidado con estas situaciones. Esta semana los astros no son propicios al amor para las Capricornio (www.lecturas.com)
En la segunda parte de la frase, cuando dice el ahorro es muy nuestro, quiere decir que es algo propio, característico de nosotros, y este es el otro significado de esta expresión. Nosotros, en este caso, somos los madrileños, y es una manera de convencer a la gente de que ahorre agua diciéndonos de antemano que somos buena gente porque, cuando hace falta ahorrar agua, lo hacemos. Cosa que no siempre es verdad, pero bueno, así es la publicidad.
Otro par de ejemplos con este segundo significado:
Esa forma de utilizar el blanco y el negro es muy suya y ya entonces la dominaba. Todo lo que ha hecho a lo largo de su carrera es genial (www.valenciaplaza.com)
Soy una persona que siempre necesita un método, y me maravilla la creatividad innata de Anna; su gracia para componer melodías que son muy suyas, y que nadie le ha enseñado (www.valenciaplaza.com)
Un resumen visual de los usos de esta expresión:
No es esta la única expresión con posesivos que usamos habitualmente. En la entrada Recórtate lo tuyo te hablé de otra, ¿recuerdas?
¡Espero que te haya gustado este paseo por los posesivos! Si es así, no te olvides de decírmelo en un comentario, ¡y también comparte esta entrada en tus redes sociales! Muchas gracias y ¡hasta pronto!
¡Gracias, muy interesante!
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario tan positivo. Hasta pronto
EliminarMarisa
Los ejemplos son muy útiles - este tipo de frase no es difícil de entender una vez aclarado, pero usarlo es otra cosa. Con los ejemplos, puedo imaginar como voy a usar 'es muy suy@'. Gracias.
ResponderEliminarGracias, Chris. Cuéntame cómo ha funcionado cuando lo uses, ¿vale? ¡Gracias por tu comentario!
EliminarMarisa
Gracias, Marisa. En la "Casita Mía" Mía se puede entender como el nombre de la dueña, ¿no te parece que es un juego de palabras?
ResponderEliminarPodría ser, pero no lo creo. Por un lado, Mía no es un nombre habitual en español; por otro, si haces una búsqueda en Internet encontrarás un montón de negocios de todo tipo que se llaman así, en España y en muchos otros países hispanohablantes. Serían demasiados juegos de palabras coincidentes, ¿no? ¡Hasta pronto!
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